dimarts, 25 d’agost del 2015

LA GEOGRAFÍA SE ROMPE

Nuestro colega Gersón Beltrán nos hace llegar esta acertadísima reflexión que compartimos plenamente y que aprovechamos para difundir desde nuestro Blog.
Es para nosotros un gran motivo de orgullo poder contar con su colaboración en la redacción de este artículo. Agradecemos su rapidísima respuesta a nuestra invitación a la participación en este blog, a la llamada que realizamos hace unas semanas para escribir sobre Geografía. Esperamos que os guste tanto como a nosotros.

LA GEOGRAFÍA SE ROMPE

Bajo esta frase en cierto modo provocadora quiero llamar la atención sobre un aspecto que veo con cierta preocupación por mi doble condición como docente y como consultor. Así que voy a a provechar la invitación de mis compañeros de este magnífico blog para hacer algo de geografía crítica porque considero que la única forma de cambiar la sociedad es analizándola con espíritu crítico y asumiendo que es cosa de todos.

La geografía se rompe no es una aseveración negativa, romperse no es tanto un hecho malo de por sí sino más bien un hecho en si mismo, la geografía se divide, no sé si como se dividió en la clásica dicotomía entre la geografía física y la humana, pero me recuerda algo a esta época.

Hace casi 20 años estaba estudiando en la primera promoción de la licenciatura de Geografía (separada al fin de Historia e Historia del Arte para acercarse a las ciencias jurídicas sin dejar su aspecto humanista) y me encontré con la paradoja de hacer mapas a rotring por las mañanas y empezar a estudiar un libro llamado Sistemas de Información Geográfica, de Bosque que Sendra, en el que explicaba cómo hacer cartografía automática. Así que me encontré entre estereóscopos y ordenadores, entre tintas y bits, imagino que sería parecido a lo que sentirían los escribas cuando se pasó del pergamino al libro (recomiendo un video de los Monty Phyton al respecto en este enlace). Dos tecnologías, una muriendo y otra naciendo, dos tipos de profesionales, unos conservadores defendiendo lo antiguo a ultranza y unos progresistas defendiendo la innovación (nada que ver con la política sino con una forma de ver la vida: con o sin miedo).
Después vino la revolución de Internet y las redes sociales y empecé a analizar esta nueva realidad desde mi perspectiva de geógrafo, como un sistema donde los nodos eran las personas y las aristas la comunicación entre ellas, conformando una red interrelacionada a tiempo real y donde la colaboración era la energía que movía esa red hacia la inteligencia colectiva. El gran Horacio Capel ya vio esta realidad y la plasmó en la primera publicación científica que se tomaba estos cambios muy en serio “Geografía en red a comienzos del tercer milenio: para una ciencia solidaria y en colaboración” . El resto de la comunidad universitaria desconocía esta nueva realidad de un mundo online y, lo que es peor, no le interesaba analizarla cuando no la despreciaba directamente. En cambios numerosos profesionales del marketing, la comunicación, la informática, la economía, etc, hablaban de una cosa que llamaban geolocalización sin saber muy bien que era y de nuevo perdíamos la oportunidad de encabezar una nueva revolución poniendo a la Geografía en la avanzadilla.
Desde entonces estoy enganchado, no a las redes sociales, sino al análisis de la realidad y el territorio pero desde una perspectiva nueva, ya no hablamos sólo del mundo físico sino del mundo online y además ambos están relacionados. Y de repente aparece un nuevo concepto, SoLoMo (Social, Local yMóvil) en el que la geolocalización se convierte en la herramienta de comunicación entre lo local y lo global, entre lo físico y lo online, entre unas cuantas personas y los millones de Internet, donde lo local cobra una nueva dimensión en este mundo globalizado y lo social vuelve a poner al ser humano como el centro de todo. Aparecen herramientas que tienen más usuarios que muchos países, Facebook, Twitter, Google Plus, Pinterest, Instagram, Flickr, Youtube, Slideshare, Issuu, Ivoox, Vimeo, Foursquare, Yelp, Tripadvisor, etc.
 
      "Geolocalización Online, Francis Ortiz"
Pero además los Sistemas de Información Geográfica ya no están en un ordenador con gran capacidad sino en la nube y las herramientas son online, los mapas entran en el mundo del big data, de las Smart cities, de la información a tiempo real, de los storymaps, de las apps, la gamificación, los drones, las IDEs, la cartografía colaborativa de Openstreetmap, etc, en definitiva, las tecnologías de información geográfica se democratizan y crecen en cantidad y calidad, mejorando la información espacial y por tanto ofreciendo mejores soluciones a problemas cada vez más complejos (hay que reconocer a Google Maps como la empresa que logró popularizar los mapas de una forma como nunca antes se había hecho).
Esto no para y aparecen cosas como la Realidad Aumentada y los códigos QR y un montón de aparatos denominados “wereables” como las Google Glass, los relojes inteligentes como el iWatch, los sistemas de pago con NFC, etc y en todos ellos la geolocalización tiene una importancia clave porque se habla de movilidad en el territorio y movilidad es igual a geografía.
Aparecen nuevas metodologías de trabajo como el modelo Canvas, el Lean Startup, el Design Thinking, las startsups, los espacios de coworking, el trabajo desde casa, la información en la nube, etc, nuevas formas de trabajar adaptadas a un nuevo mundo. El conocimiento era algo escaso y eso tenía un precio, pero de repente el conocimiento se hace abundante, los servicios y productos se hacen abundantes y no es que baje el precio sino que desparece, lo que vale es el servicio que se ofrece, el talento, el doing (el hacer), la experiencia, como leí hace poco en breve no nos preguntarán qué has estudiado sino que estás estudiando, el mundo a tiempo real.
El mundo, la geografía, se ha vuelto líquida parafraseando al gran Bauman (sociólogo que debería ser lectura obligatoria en la Universidad), es flexible, la incertidumbre está detrás de todo, los cambios son constantes y continuos, la única forma de estar al día es estar atento a los cambios, estar alerta, “stay hungry” vaticinó Steve Jobs en su discurso de Stanford.
Y de repente me encuentro que los nuevos intelectuales no son los que están en los viejos libros (que también) sino personas anónimas que aportan mucho conocimiento y lo regalan (“eres lo que compartes”): Juan Sobejano, Marc Vidal, Dolors Reig, Oscar Carrión, Elena Benito, Javier Megías, Juan Boronat, Victor Puig, Alfonso Alcántara, Néstor Guerra y cientos más que me dejo (que me disculpen pero hay tanta gente que aporta tanto en Intetnet…); puedes verlos en Youtube, escucharlos en Ivoox, seguir sus charlas por Streaming, leer sus tweets y, lo que es más importante, tienes acceso a ellos, imaginad que en su época se hubiera tenido la oportunidad de comunicarte con Humbolt, Reclus, Harvey, etc.
Por circunstancias de la vida siempre he estado combinando la faceta docente con la profesional como consultor, he estado trabajando como becario, en un ayuntamiento, en la diputación, como trabajador por cuenta ajena, como empresario, como autónomo, incluso como emprendedor, eso si, siempre como geógrafo y por tanto considero que tengo una visión bastante holística de todo que no es mejor que otra, pero  algo aporta.
Y resulta que veo que la geografía se rompe, que en la Universidad no se conoce NADA de lo que he nombrado arriba y por tanto no se transmite un conocimiento práctico para el “mundo real”, pero lo que es aún peor, los alumnos tampoco lo conocen ni tienen especial interés, puesto que igual que el investigador quiere publicar el alumno quiere aprobar, la innovación da miedo, porque lo desconocido da miedo, pero la realidad se impone y cuando la gente sale a trabajar tiene muchos conocimientos pero pocas habilidades sociales para moverse en el nuevo mundo ”no podemos descubrir un nuevo mundo usando mapas viejos”.
Por tanto mi reflexión es que la geografía está más viva que nunca, tiene un pasado sólido, un presente dinámico y un futuro lleno de posibilidades, pero al mismo se está rompiendo, entre los que siguen anclados en la geografía antigua y los que innovan hacia una nueva geografía y no, no es una mejor que otra, la vida es un equilibrio y ambas partes son necesarias, pero unidas, no rotas, integradas donde la investigación llegue a la calle y donde la calle pida soluciones a la investigación, donde todos tienen su papel pero desde la humildad, no vaya a ser que acabemos como el geógrafo del principito que no salía del despacho porque se consideraba demasiado importante (aunque ahora podría no salir siempre que tuviera acceso a Internet).

No sé si se entenderá este mensaje porque últimamente la gente lee lo que quiere leer pero si no hacemos autocrítica seguiremos pensando que somos esos profesionales poco considerados (el “complejo de Calimero” al que hace referencia siempre David Mongil), cuando en realidad da lo mismo, “no existe la profesión del futuro sino el profesional del futuro”, no es lo que sepas sino lo que hagas, el conocimiento ya no se acumula sino que es libre, así que hagamos entre todos lo posible por compartir el conocimiento sin miedo a que nos copien (“Copy is right”) porque eso nos hará crecer como colectivo, la geografía está más viva y más rota que nunca pero no importa “Without geography you’re nowhere”, sin la geografía no estamos en ningún sitio.

dilluns, 24 d’agost del 2015

EVOLUCIÓN DE SEGUIDORES EN LAS REDES SOCIALES

El crecimiento de nuestros seguidores en las redes demuestra el interés del contenido que compartimos, tanto el de nuestras propias actividades como el relacionado con la Geografía en general.
 
A partir de ahora para visualizar estos datos y muchos más utilizaremos nuestra herramienta de INFOGRAM.
 
Estamos muy contentos de esta evolución y no queremos que se detenga...

SÍGUENOS!!!


dimarts, 18 d’agost del 2015

LA AVENTURA DEL AUTOEMPLEO Y EL TALLER GLACIARES CAMPURRIANOS

Desde el corazón de Cantabria nos llega esta aportación de nuestra compañera Bárbara Quevedo, una Geógrafa emprendedora que nos narra su aventura con el autoempleo hasta crear su empresa Pangea Proyectos. Os animamos a seguirla y a descubrir la experiencia de su Taller sobre los Glaciares Campurrianos.
 
Cuando decidí en abril de 2012 comenzar la aventura del autoempleo no tuve duda que la primera actividad que llevaría a cabo serían “Los Glaciares Campurrianos”.  Ahora sé que fue la mejor decisión que pude tomar ya que la gran ventaja de ser profesional independiente es que TÚ ELIGES EN QUÉ VAS A TRABAJAR  en la mayor parte de las ocasiones. Entonces, comencemos con lo que más nos gusta. En mi caso me apasiona intentar transmitir lo bonito que es desarrollar y ver el mundo con “el ojo del geógrafo” como nos decían los profesores de la Universidad de Cantabria cuando estudiábamos GEOGRAFÍA. Por eso, el Taller Glaciares Campurrianos es una actividad que aglutina formación en geografía física (especialmente modelado glaciar), educación ambiental y rutas por el monte.  Pretende dar a conocer a foráneos y paisanos la comarca de Campoo, al sur de Cantabria, donde se sitúan los rincones más apartados y desconocidos de nuestra región.  La empresa, Pangea Proyectos, está dada de alta en el Registro de Empresas de Turismo Activo del Gobierno de Cantabria.  
Al comienzo del taller se realiza una encuesta para que todos reflexionemos sobre la importancia de las montañas en nuestra vida. Comentamos nuestras respuestas y comienza la explicación sobre geología y geomorfología estructural primero pasando a mostrar dónde se situaban los glaciares en Campoo y cómo modelaron nuestras montañas. Para facilitar la comprensión del paisaje se emplean mapas, pequeños vídeos que muestran a vista de pájaro las montañas y fotos de los distintos elementos que visitaremos durante la excursión para poder identificarlos en el camino.
Una vez que ya nos hemos ilustrado sobre lo que veremos durante la excursión, la ruta se plantea como un juego donde todos los participantes deben ir con ojo avizor buscando evidencias de la existencia de los glaciares pleistocenos.  Son rutas muy sencillas  que se adaptan al grupo y, por ejemplo, la de 16 kilómetros la han hecho niños de 9 años sin problema, así como personas octogenarias.
Existen otras actividades que desarrollo que son mucho más rentables, de hecho, la otra premisa del Geógrafo Autónomo creo que, al menos al principio, debe ser la pluriactividad.  Pero ninguna de ellas me aporta ni la mitad de las satisfacciones que me aporta el Taller de Comprensión del Paisaje “Glaciares Campurrianos”.
Ojalá llegue el momento en que me pueda especializar pero de momento estoy diciendo que sí a todos los trabajos que pasan por delante. No te puedes quedar “Como las vacas al tren” esperando a que llegue eso en lo que quieres trabajar…. Y también es muy bonito probar el enorme abanico de posibilidades profesionales que nos ofrece nuestra profesión, aunque muchos de vosotros leáis esto con escepticismo. Por eso, cuando alguien me dice: “Es que eso no lo sé hacer, no lo he hecho nunca…  por eso no me atrevo…” a mí se me dibuja una sonrisa en la mente (y probablemente en la boca también, no estoy segura) pensando los cientos de cosas que he tenido que hacer sin haberlas hecho nunca, y sola… y lo capaz y valiente que soy ahora respecto a hace sólo tres años.
Lo bonito del autoempleo y en concreto del Taller sobre el modelado glaciar es que nunca sabes qué puertas te va a abrir porque a raíz de esta aventura profesional, han surgido colaboraciones con un grupo ecologista o impartir un curso de 40 horas para el profesorado de primaria y secundaria de Cantabria (en esta ocasión debo dar las gracias al Colegio de Geógrafos de Cantabria por darme esta oportunidad que fue para mi como estudiar un Máster en Geomorfología).
Cuando echo la vista atrás me queda la experiencia de haber conocido a más de 300 personas en estos tres años y de haberles ofrecido la posibilidad de disfrutar de un día en plena naturaleza aprendiendo, haciendo grupo, superando límites que quizás nunca se habían planteado siquiera traspasar… os aseguro que el gusto es mío y que probablemente quien más haya aprendido sea yo.
 
 

divendres, 7 d’agost del 2015

ESTRENAMOS PERFIL EN FLICKR. SIGUENOS!!!

Inspirados en nuestro colega Gersón Beltrán inauguramos nuestro perfil en Flickr:

En estos dos enlaces podréis seguir nuestras galerías y nuestro perfil.

https://www.flickr.com/photos/solucionsgeografiques/
 
Un nuevo canal con el que compartir mucho más con tod@s y para conseguir hacer llegar la Geografía a todos los rincones de las redes sociales.

Os esperamos!!!

dimecres, 5 d’agost del 2015

APROVECHA EL VERANO PARA LEER NUESTRA ENTREVISTA EN LA LEYENDA DEL MAPA MUDO

Si disponéis de unos minutos este verano para realizar una lectura os dejamos una presentación de la Leyenda del Mapa Mudo en la que el Colegio de Geógrafos nos ha realizado una entrevista.




Encontraréis el contenido de la entrevista en las páginas 8, 9 y 10.

Deseamos que sea de vuestro agrado y que disfrutéis con la lectura.

CATEGORITZACIÓ DE L'ESPAI: SISTEMES D'ORIENTACIÓ ABSOLUTA I SISTEMES D'ORIENTACIÓ RELATIVA

El segon article ens arriba de la mà d'en David Valls Botet. No és un Geògraf però ha fet una molt recomanable aportació vinculant llengües i territori.
 
A continuació el contingut del seu article:
 
Hi ha llengües (i parlants!) que utilitzen diferents maneres de descriure l’orientació espacial i aquestes diferències corresponen a diferències en el comportament cognitiu. Així doncs, depenent de la llengua que aprenem o adquirim de petits, aquesta té un efecte en el tipus de cognició espacial que adquirim o aprenem.
La qüestió és que hi ha llengües que no conceben l’espai des del punt de vista d’un mateix això és, esquerra, dreta, davant o darrere, punts que canvien amb la posició del parlant, per tant utilitzant un sistema d’orientació relatiu, sinó que ho fan des d’un punt de vista absolut, amb eixos fixos en l’espai geogràfic, d’una forma semblant als nostres punts cardinals (nord, sud, est i oest). De llengües que utilitzen aquests sistemes absoluts se n’han trobat a Austràlia, el sud d’Àsia, Oceania i centre Amèrica.
Potser uns dels exemples més rellevants és la llengua guugu-yimidhirr que es parla a Austràlia, concretament a Queensland, al nord-est. Que per cert, guugu-yimidhirr vol dir “aquests que tenen llengua” i és d’on prové la paraula cangur. Aquesta llengua no té cap terme per designar espai que vingui de parts del cos, o sigui, l’espai no el descriuen en termes com ara esquerra, dreta, davant i darrere. La paraula dreta i esquerra la tenen, però només fan referència a les mans, no a la posició dels objectes. En canvi, en les nostres llengües, com el català, fem servir molts termes espacials derivats del cos humà. Nosaltres som el centre i a partir d’aquí ens orientem a l’espai. Per exemple, podem dir vés d’esquena, passa’m el llapis que tens a l’esquerra. El meu avi deia anar de “cules enreres”, una expressió que no he sentit dir mai a ningú més.
Així en guugu-yimidhirr per a la localització espacial  fan servir  quatre termes, que aproximadament es corresponen a les quatre direccions cardinals que es veuen en el gràfic de sota.
 
De totes maneres, aquestes arrels, aquests termes en guugu-yimidhirr no descriuen  als punts cardinals de la nostra brúixola, sinó que descriuen quadrants d’un pla horitzontal hipotètic. És més, aquest quadrant és troba una mica en rotació en sentit a les busques del rellotge des d’un punt de vista de les nostres brúixoles, així, la mitjana del quadrant nord és orientada lleugerament cap al nord-est (aproximadament 15°) d'acord amb els nostres equivalents.
Un fet que cal tenir molt en compte és que aquestes categories espacials són absolutament fixes, a causa de la geografia de la terra, i no són subjectes a variació d'acord a l'orientació espacial del parlant. Si alguna cosa és al meu “nord”,  és al meu nord, independentment de si és davant meu, darrere meu, a la meva esquerra, o a la meva dreta. La seva posició a l'espai és absolutament fixa respecte de la meva, independentment del meu punt de vista relatiu.
El que pot sorprendre més des del nostre punt de vista, que no utilitzem aquests sistemes d’orientació absoluta, és que aquests termes són utilitzats de forma habitual pels parlants per a descriure moviment i localització. Per tant, si li demanem algú on són els setrills, aquest persona ens respondria en una mena d’equivalent nostra a: són allà, a l’est. Des del nostre punt de vista pot semblar difícil i fins i tot confús, ja que ningú sap on té el nord, bé, alguns menys que d’altres. Per exemple, tota la informació espacial horitzontal es descriu en aquests termes: el sol no baixa o es pon, sinó que va cap a l'oest; la forquilla no és a la meva esquerra, sinó al sud; la marea no baixa, sinó que se’n va cap a l'est.
Tot i que per a les distàncies llargues nosaltres sí que fem servir, normalment, sistemes absoluts. Per exemple, de Barcelona a Cervera hi ha 100 kms., els guugu-yimidhirr fan servir el seu sistema absolut per a qualsevol mena de distància, fins i tot per a les més petites i menys importants. Així nosaltres podem dir: passa’m el ganivet que és a tocar de la cullera, ells diran: passa’m el ganivet que és un centímetre al sud de la cullera. A més, quan parlen sempre han d’indicar la direccionalitat del moviment. Nosaltres podem dir vaig a la botiga i amb això ja en tenim prou, però ells diran vaig a la botiga cap al nord.
A més, és poc probable que les diferències en l'orientació espacial de parlants de guugu-yimidhirr i de català, per exemple, no es limitin només a una simple qüestió lingüística i prou, les diferències entre els sistemes totals absoluts (el seu) i relatius (el nostre) suggereixen diferències reals en l'experiència del parlant i la concepció de l'espai.
Posem un exemple prou definitiu i aclaridor. Imaginem-nos que som en un restaurant giratori, d’aquests que hi ha a certes ciutats del món al capdamunt de llocs com ara torres de comunicacions.  Jo, sóc assegut davant de teu, Toni, que és al cap de taula, amb una persona X a la meva esquerra i una persona Y a la meva dreta. Aquesta seria la nostra manera relativa i egocèntrica de descriure-ho. A les nou, quan tots ens asseiem a taula per sopar, la taula és alineada de manera que el Toni és al nord, jo, al sud, i X i Y, a l'oest i l'est, respectivament; això és el còmput absolut de localització espacial. A dos quarts de deu, a causa de la rotació del restaurant, el Toni és ara a l’est, jo, a l'oest, i X i Y, al nord i sud respectivament. Però des d'un punt de vista relativista egocèntric (el nostre), no hem canviat en absolut, tothom és a la mateixa posició que fa mitja hora, X continua sent a la meva esquerra, per exemple. Però, com que ens hem mogut dins del pla horitzontal perquè el restaurant gira, en el sistema absolut dels guugu-yimidhirr la gent de la taula ha anat canviant de lloc.
El sistema del  guugu-yimidhirr requereix sempre la capacitat per determinar a quin lloc són dels quatre quadrants. Això és, en espais oberts, de dia, però també de nit, en un bosc o dins d’un restaurant giratori. Per tant, els guugu-yimidhirr han de dur per força un mapa mental del seu territori, alineat amb els quadrants el qual els permet de fixar en tot moment la posició d’un objecte respecte d’on són ells. Si es té aquest mapa mental, amb el sistema guugu-yimidhirr és impossible de perdre’s.